En el amanecer de un nuevo año, se ven dibujadas en cada rostro las infinitas posibilidades, las infinitas alternativas. En este momento a nivel astral a nivel cósmico todo es propicio para recomenzar. Se siente en el ambiente el deseo de triunfo que sobresale en cada expresión. Para hoy se esperan desde nuevas ideas hasta nuevas personas. Siempre es una fecha propicia para el encuentro familiar y el encuentro con amigos y seres con los cuales hemos compartido gran parte de nuestros días mas sin embargo tenemos esa chispa interna de querer cambiarlo todo. Tal vez quitando una que otra cosa, colocando algo en ciertos lugares, cambiando esto o aquello, pero siempre sentimos que es hora de recomenzar. Esto es lo bueno de un nuevo año. Se abren ante nosotros todas las alternativas de manera mágica y sencillamente volvemos a empezar. Junto al nuevo año hay nuevas ganas, nuevos deseos, nuevos anhelos, nuevos caminos. Junto a estos 365 días que se acercan junto a un año más de vida está la posibilidad latente de la felicidad absoluta. Está la ventana mágica abierta para llenarnos de nuevos vientos. Se abre delante de nuestros ojos ese abanico de alternativas del que tanto hablamos y de esta manera nos adentramos en lo que queremos de ahora en adelante vivir. Es un derecho ser feliz, es un deber ser feliz, es un placer ser feliz, es lo único que tenemos como encomienda en la vida vivir y ser feliz...
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