El agradecimiento es la clave de los secretos de la vida. Dar gracias por lo recibido por lo obtenido por lo ganado por lo brindado por lo comprado. Gracias por el sentir sereno, el amar profundo, el reír sano, el mirar cautivo, el pensar sabio, el aprender eterno. Ese agradecimiento consciente de que lo que tenemos está tomado de la mano con lo que queremos y estamos seguros de que habrá mucho más. Estar agradecidos es sentir la vida, poder ver de cerca esa brisa que te enfría la cara, la neblina que por las tardes te abraza, la palabra del que habla. Cuando agradeces pactas con el universo, creas nuevas cosas, aumentas la buena vibra, dibujas un hermoso paisaje. Agradecer es aceptar que hay un ser supremo que nos da todo todos los días y eternamente. Así que doy gracias:
por mi vida,
por mi casa,
por mis hijas,
por mi familia,
por el amor que me rodea,
por mi pareja que me ama,
por el pasado que viví,
por las personas que leerán esto,
por los que siempre leen lo que escribo,
por mis amigos,
por el mañana,
por el ahora,
por lo que Soy!
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