Somos reemplazables o es que pretendemos ser inigualables?
En un mundo donde todo es interés qué tan sinceros somos en nuestras relaciones?
Más allá de querer un mundo mejor y la paz mundial somos realmente sinceros con quienes nos rodean?
Creo que vamos transitando como fantasmas en una realidad donde cada vez que abrimos los ojos decimos todo lo contrario de lo que pensamos. Y es que casi nada coincide con lo que a veces se quiere es como si fuese una doble personalidad de la misma vida!
Como si al caminar viéramos caras mas no sentimientos, escuchamos palabras mas no verdades, buscamos amores mas no relaciones...
Qué sentimiento es este que al despertar quieres una vida mejor y al terminar el día muchas veces quisiera que todo fuese un mal sueño?
Pensamientos van y vienen, situaciones que se contradicen, gente que se contradice, relaciones que se convierten en un no se que que no se parece a la relación inicial y aún así insistimos en que la felicidad se puede alcanzar.
Es temperamental la vida?
Es realmente efímera o solo una metáfora de ella misma? Creo que todo es un extraño cuento de finales sin fin ...
Más allá de pensar que todo se puede es que realmente se puede recomenzar en un mismo lugar donde las espectativas de iniciar están anuladas por ellas mismas y pretenden o se presentan como nuevas ante el espejo de todos los días reemplazamos los sentimientos mientras igualamos las proporciones.
Irónicamente nos sosegamos con nuestros sarcasmos y no toleramos la esencia de la verdadera realidad o es que nunca hemos sido iguales y todo esto no es mas que una utopía?
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